La práctica del diseño se desarrolla sobre fundamentos científicos y técnicos. Aunque al final sea el pulso firme del joyero lo que termine dotando de alma artística a la pieza de joyería artesanal, es indudable que poseer los conocimientos no sólo de la tecnología y de la relación forma-función; sino también de la resistencia y características físicas de los materiales, supone un punto muy importante a favor.
Es importante tener en cuenta que todas las proporciones, colores y formas lo aportan materiales naturales que, al final, tienen sus límites. Esos límites son los que dotan a pieza artesanal de su carácter único: ese toque humano que transmite cada joya.
Puede ser por la durabilidad, por la facilidad de mantenimiento o del mismo uso de la pieza; muchas de ellas condenadas por incómodas u ostentosas a un ostracismo que su valor material no merece.
Las joyas que realmente usted va a lucir y disfrutar salen primero de sus sueños, anhelos y deseos; pero antes de convertirse en piedra y metal, cobran forma en la imaginación del joyero.
Después, y sólo si, además, es un muy buen joyero, esa forma soñada por ambos se hará material en sus manos…