La gran revolución técnica de la joyería se produjo en el siglo XIX. Al nuevo orden social emergente con necesidades sociales diferentes, se le unió una mayor capacidad de producción y de extracción de materia prima.
La aparición de los pendientes desmontables se puede enmarcar en esas fechas.
Esta pieza busca, precisamente, eso. No es igual la vestimenta o la actividad del día y de la noche; por lo que tampoco pueden ser iguales los complementos a esa estética personal.